Gran parte de la complejidad, el caos y la vitalidad de Londres se encuentra aquí, el West End, el corazón físico, cultural y social de la capital británica. Monumental y majestuoso, este distrito está asestado de lugares de interés e imbuido de un palpitante sentido urbano y cosmopolita.
El centro lo ocupa el Soho, célebre por su desenfrenada vida nocturna (la palabra soho proviene de un grito de caza de la época Tudor) Es el corazón y epicentro del colectivo gay capitalino, así que ya le dedicaré otra entrada más en profundidad. Está cercado por cuatro plazas: Oxford, Piccadilly, Cambridge y St Giles’s. La calle principal es Old Compton St, la vena cava del corazón gay de la ciudad.
Al sur del Soho nos encontramos con el epicentro de la comunidad china de la ciudad, Chinatown, no tan grande como otros barrios chinos del mundo (en realidad son solo un par de calles), las puertas de estilo oriental, los carteles de las calles en mandarín, los farolillos rojos… en fin, exotismo en estado puro. Conviene visitarlo de noche, y especialmente durante el Año Nuevo chino.
Un poco al suroeste de Chinatown, siguiendo Shaftesbury Ave, nos encontraremos con Piccadilly Circus, uno de los lugares más emblématicos de Londres, y una verdadera marea humana. El lugar mejora por la noche, cuando los paneles publicitarios iluminan la plaza.
La zona de Bloomsbury es el centro académico e intelectual de Londres, esconde entre sus frondosas calles el British Museum, donde podremos llenar nuestro cerebro, y más tarde podremos dejarnos caer por Oxford Street donde podremos vaciar nuestra cartera.
Al este de Piccadilly nos topamos con Green Park, desde el cual podremos acceder al Palacio de Buckingham, y recorriendo St Jame’s Park llegaremos a Trafalgar Square, el cual es considerado en muchos sentidos el centro de Londres.
Y finalmente, en la zona más alejada del barrio, Westminster, nos encontramos con Westminster Abbey, o la Abadía de Westminster, como el lector prefiera, con muchas cosas que ver, por lo que sería necesario ir muy temprano o muy tarde. Aunque la abadía mezcla distintos estilos arquitectónicos, está considerada como el mejor ejemplo del gótico inglés temprano. Enfrente encontramos el Parlamento, tanto la Cámara de los Comunes como la de los Lores se hallan en el palacio de Westminster, donde también se encuentra el famoso Big Ben.
De todo esto, y más, podréis leer en posteriores entradas.
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